En el reciente paro de transportistas, el pasado martes 30 de junio, se detuvo al ciudadano venezolano José Francisco Arqué Córdova, a quien se le encontró al interior del automóvil en el que fue detenido, gran cantidad de tachuelas, una galonera con gasolina y volantes relacionados al paro. En sus primeras manifestaciones a la Policía, Arqué Córdova se declaró "chavista", es decir afín a la corriente política integrada por los simpatizantes del presidente Hugo Chávez.

José Francisco Arqué Córdova, infiltrado chavista en paro de transportistas

Esto confirmaría el hecho que, intereses internacionales aprovecharían las movilizaciones para insertar su ideología, azuzando a los manifestantes a radicalizar sus protestas.

La infiltración bolivariana no es un hecho aislado, ni una técnica reciente. En la protesta indígena de Bagua habrían participado agentes venezolanos, bolivianos, colombianos y ecuatorianos para azuzar a las comunidades amazónicas a protestar contra el Gobierno. En relación a esta denuncia, el programa dominical “Reporte Semanal” emitió un reportaje en el que un agente encubierto declaró: "Hay gente infiltrada, tú reconoces la voz, los aguarunas hablan su idioma. Hay bolivianos, venezolanos, ecuatorianos, colombianos que están acá. Ellos están incentivando a la gente". Explicó que los extranjeros "controlaban todo el movimiento de la gente, los nativos y lo qué tenían que hacer".

Wilfredo Navarro, primer secretario del Parlamento nicaragüense, afirmó que el líder indígena Alberto Pizango sería parte de una conspiración contra el Perú para desacreditarlo ante la comunidad internacional por no haberse afiliado a la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América (ALBA). Asimismo añadió: "pretenden exhibir al Perú como un violador de los derechos humanos de los indígenas", agregando que el ex presidente de AIDESEP tendría a miembros paramilitares del Frente Sandinista de Liberación Nacional como resguardo personal.

Otras señales de infiltración bolivariana en América Latina

Otro ejemplo de infiltración chavista en Latinoamérica la encontramos en Honduras, en donde la ideología bolivariana pretendía instaurarse a través del destituido presidente Zelaya, mediante reformas constitucionales tendientes a perpetuarse en el poder, tal como lo sucedido en Venezuela, Ecuador y Bolivia, oh casualidad todos miembros de la ALBA. En el caso Hondureño la población reaccionó al unísono mostrando su total desacuerdo a la pretensión hegemónica de  Chávez.

Sobre la infiltración en Honduras, el diario El Heraldo de ese país señala: "la comprobación del ingreso de nicaragüenses y venezolanos, con el fin de respaldar al presidente Zelaya en la determinación de realizar este domingo una encuesta, fue otra de las grandes causas que precipitó que los tribunales de justicia ordenaran su arresto y las Fuerzas Armadas cumplieran la orden".

El mismo diario expresa que "existen informes confidenciales que en los últimos tres días gente proveniente de los dos países ingresaron por diferentes puntos del país con el fin de respaldar las acciones ilegales de Zelaya".

La infiltración también se dio en Bolivia en los incidentes de setiembre de 2008 en la región de Pando, en el enfrentamiento producido entre opositores al gobierno boliviano e indígenas simpatizantes de Evo Morales, dejando numerosos muertos y heridos, entre los cuales se encontraban seis venezolanos que habrían participado con el fin de azuzar a la población. Se acusó a la administración de Morales de haber enviado agentes de la inteligencia cubana y venezolana a varios puntos del país para socavar las protestas sociales. Al respecto, el diputado boliviano Oscar Urenda, manifestó que ello corrobora la existencia de gente venezolana participando del enfrentamiento y dirigiendo a campesinos

para poder enfrentarlos entre bolivianos.

Es así, que hechos aparentemente aislados, separados geográficamente por miles de kilómetros, son aprovechados y en algunos casos iniciados por la estrategia bolivariana para fortalecer gobiernos afines a su ideología y desestabilizar a las democracias contrarias al plan hegemónico de Chávez.