La Organización de Estados Americanos (OEA) va de mal en peor, quedando cada vez más  claro que el actual Secretario General, el chileno José Miguel Insulza, tiene una extraña forma de proceder al interior de la - hasta hace poco - legitima instancia supranacional hemisférica; siendo que los desatinos del Sr. Insulza vienen contradiciendo los acuerdo firmados en la Carta Democrática Interamericana suscrita por todos los Estados miembros y por cuyo cumplimiento, la Organización de Estados Americanos tendría que velar.

Sobre las honduras de HONDURAS

Luego de los hechos suscitados en la República Centroamericana de Honduras, en los que   Manuel Zelaya – uno más de los engranajes del movimiento bolivariano en la región - fue removido del cargo de Presidente de la República, desatando las iras y amenazas del presidente venezolano Hugo Chávez y de todos los miembros del eje bolivariano, quienes exigieron el inmediato retorno de Zelaya al poder y la reestablecimiento del orden democrático en Honduras. Ante dicha situación de crisis en el continente, era indispensable la presencia del Secretario General de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Inzulsa, quien llegó a Honduras cinco días después de que el presidente Zelaya fuera detenido y expulsado del país y el Congreso Nacional designara en su lugar a Roberto Micheletti, reuniéndose con diferentes personalidades locales indicando que ni la “autoridad de facto” ni ninguna otra estaba dispuesta a ceder para que la situación de un “Golpe de Estado” sea revertida. Luego de lo cual, la OEA dio un ultimátum de 72 horas al nuevo gobierno de Honduras para que reestablezca el orden constitucional bajo amenaza de que, de no hacerlo, el país sería suspendido como miembro del organismo.

Existen antecedentes históricos en los que la OEA ha demostrado utilizar un doble estándar para actuar en situaciones en las que se pone en riesgo la estabilidad democrática de alguno de los países de la región; ya en abril de 1992, la Organización de Estados Americanos no expulsó al Perú por el autogolpe perpetrado por el ex- presidente Fujimori, quien anuló la Constitución cerrando el Congreso de la República contando con el apoyo de las fuerzas armadas. Asimismo, tampoco se expulsó al Ecuador de la OEA cuando fueron derrocados tres presidentes constitucionales (Bucaram, Mahuad y Lucio Gutiérrez). No obstante, aquellos precedentes, los yerros del chileno Insulza a la cabeza de la Organización de Estados Americanos (OEA) son mayúsculos, siendo penoso el rol que ha desempeñado dicha institución hemisférica en el último tiempo.  En ese sentido, cabe mencionar que la Unión de Organizaciones Democráticas de America (UnoAmérica) pide la destitución de José Miguel Insulza como Secretario General de la Organización de Estados Americanos, por su “desastrosa gestión al frente del organismo multilateral”, criticando duramente el comportamiento de la OEA durante la crisis Hondureña, alegando que se trataba de un conflicto que pudo evitarse y que llevaba mas de 3 meses de gestación, y que sin embargo, Inzulsa hizo caso omiso de las numerosas y evidentes señales de alarma.

Ascenso de Insulza a la Secretaria General de la OEA

José Miguel Insulza asumió la Secretaria General de la Organización de Estados Americanos  (OEA) el 2 de mayo de 2005, y su elección (con la abstención de México, Perú y Bolivia, respectivamente y el voto contrario de Colombia) estuvo signada por cambios en la configuración política en la región, debido a que fueron los 15 presidentes latinoamericanos que pertenecían al Foro de Sao Paulo - organización creada por Fidel Castro y  Luis Inacio Lula da Silva para reagrupar a todas las fuerzas de izquierda en la región – que le dieron la victoria, incluso el Partido Socialista Chileno, al cual pertenece Insulza, es fundador de dicho Foro. Solo así es posible entender el viraje hacía posiciones cercanas, cuando no parcializadas, a los gobiernos bolivarianos que ha tenido la OEA.

Otras joyitas de su paso por la OEA…

Por ello es que temas importantes para Latinoamérica, han venido siendo tratados y manejados desde la Organización de Estados Americanos de manera totalmente parcial y desacertada. Entre las cuales pueden mencionarse las siguientes:

El nefasto rol desempeñado por José Miguel Insulza al no haberle aplicado la Carta Democrática Interamericana a Venezuela y al gobierno de Hugo Chávez Frías, cuando fue acusado de violar el principio de separación entre los poderes públicos al referendar la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, al convertirlo en un ente que escandalosamente avala todas las decisiones arbitrarias del Presidente Hugo Chávez, en mayo del 2004.

Reclamar a Álvaro Uribe y su gobierno por haber incursionado en territorio ecuatoriano en marzo del 2008, en lugar de felicitarlo por dar de baja al peor criminal del continente, Raúl Reyes (Segundo al mando de las FARC).

Negar como Secretario General de la Organización de Estados Americanos en abril del 2008, durante una audiencia ante el Congreso Estadounidense, que el presidente venezolano Hugo Chávez tuviera vínculos con grupos terroristas, pese a sus evidentes nexos con las FARC y el gobierno iraní de Ahmadinejad.

El lamentable papel que juega la OEA al hacerse de la “vista gorda” frente al armamentismo chileno, siendo necesario remarcar que el artículo Nº 2 de la Carta de la Organización de Estados Americanos, refiere a que uno de los propósitos constitutivos del órgano hemisférico, es velar por la limitación del armamentismo entre los países miembros, para que estos destinen sus recursos al desarrollo económico y social, los cual evidentemente no esta cumpliendo Chile.

La reincorporación en la Organización de Estados Americanos de Cuba y su vetusto régimen totalitario bajo el mando de los hermanos Fidel y Raúl Castro, sin pedir nada a cambio, excepto la necesidad de inclusión manejada por el lobby a expensas de Hugo Chávez.

Es evidente que el mandato de Insulza en OEA ha desfigurado y pervertido a la institución que tendría que velar por el mantenimiento y respecto irrestricto de la democracia en la región, convirtiéndola en una marioneta del circo chavista y en una herramienta para apuntalar tiranuelos que debiliten a los factores realmente democráticos del continente; contrariando su razón de ser y existir. José Miguel Insulza, en junio del 2006, ha anunciado ante medios chilenos que estaría dispuesto a buscar una reelección inmediata en el cargo de Secretario General de la OEA, para lo cual, contará con el apoyo de quien alguna vez lo calificó intimidantemente de “pendejo” y ahora, lo tienta con la posibilidad de tener a muchos países alineados en la región para votar favorablemente a su reelección al frente de dicho organismo, hecho que sería nefasto para el mantenimiento y soporte de la democracia regional.