UNASUR quiere decir “Unión de Naciones del Sur La Unión de Naciones Sudamericanas del Sur”, pero en las últimas reuniones llevadas a cabo en Bariloche (Argentina) y en Quito (Ecuador) la palabra unidad no es precisamente la característica principal de esta organización.

Lo que llama particularmente la atención que a la fecha solo 3 países de los 12 firmantes del Tratado Constitutivo de la UNASUR han ratificado el Tratado, estos países son Venezuela, Ecuador y Bolivia; casualmente países que comparten la ideología del Socialismo del Siglo XXI. Para que el Tratado Constitutivo entre en vigencia, según  figura en el artículo 26 del mismo Tratado, se requiere que al menos nueve de los países firmantes envíen sus respectivos instrumentos de ratificación, por lo que en la práctica sus resoluciones no tendrían que ser acatadas de forma obligatoria por los países integrantes de la UNASUR.

Las cumbres de la UNASUR hasta el momento solo han servido para tratar temas de coyuntura política internacional, y no para lograr acuerdos trascendentes para el desarrollo de los países suramericanos. Así en la cumbre llevada a cabo en Santiago de Chile en setiembre de 2008, el tema central fue la crisis desatada en Bolivia, y que sirvió para que Hugo Chávez expresara su apoyo incondicional en defensa de Evo Morales ante los lamentables acontecimientos producidos en el departamento de Pando, que concluyó con una masacre  producida por una supuesta conspiración contra el gobierno boliviano. Esta cumbre concluyó con la “Declaración de la Moneda” en la que los países miembros de UNASUR brindan “su más pleno y decidido respaldo a Bolivia”.

La UNASUR es grupo heterogéneo dividido en tres subgrupos con intereses diferentes: los países adherentes al “Socialismo del siglo XXI”; los países de regímenes neoliberales democráticos, y Brasil.

Esta organización se ha convertido en un foro en el que los conflictos entre 2 países se multilateralizan, es decir una especie de OEA sin los EEUU, alejándose de sus objetivos primigenios que consisten en: “construir  un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre sus integrantes, utilizando el diálogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la infraestructura, la financiación y el medio ambiente, entre otros, para eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social, la participación ciudadana y fortalecer la democracia.”

Otro tema del que ni la UNASUR ni la OEA se ocupan es el de la carrera armamentista de Sudamérica. Sólo en los últimos cinco años en nuestra región se gastó USD 153 000 millones en las Fuerzas Armadas. Y se prevé que en los próximos cinco años los países sudamericanos invertirán USD 235 000 millones más en repotenciar sus ejército.

Entre los últimos anuncios de compras de armas por países sudamericanos tenemos:

Venezuela ha hecho públicas millonarias inversiones en compras de armas a Rusia por 2.200 millones de dólares.

Ecuador va a recibir de Venezuela 10 aviones M-50 Mirage y le habría comprado a Chile 10 aviones Mirage Pantera y a la vez Chile le habría recomendado la compra de 12 aviones Mirage Chita a Sudáfrica.

Brasil le comprará a Francia material bélico por 12 300 millones de dólares de los cuáles 9 000 millones serán destinados a la compra de cuatro submarinos convencionales Scorpene, otro sumergible nuclear y 50 helicópteros de transporte EC-725.

Chile en el último año ha adquirido 18 aviones F-16 a Holanda por un monto de 100 millones de dólares.

Pero estos temas no son tratados a fondo ni en las cumbres de la UNASUR ni en las de la OEA, la que actualmente es dirigida por José Miguel Insulza, chileno del que ya hemos tratado en un artículo anterior.

Esto solo fue una opinión personal, analizando información recopilada de la web. Saque Ud sus propias conclusiones y respóndase a la pregunta:

¿Para sirve la UNASUR?